Averigúa en este artículo si tu hijo tiene una dosis de estimulación correcta acorde a su edad o si esta hiperestimulado. La sobreestimulación conlleva algunos peligros para el aprendizaje y la motivación del niño.
Sonia Alvarez
18 November 2018
LA EDUCACIÓN NO ES SÓLO PARA LA INFANCIA
La estimulación infantil consiste en proporcionar actividades que mejoren el desarrollo físico y psicológico del niño. Durante los primeros 6 años de vida, el niño se adapta y aprende más rápido, por eso se considera oportuno el recibir una estimulación adecuada. El problema es cuando esa estimulación se vuelve excesiva en frecuencia e intensidad, lo que da lugar a una hiperestimulación.
El objetivo de la estimulación infantil principal es que el niño vaya adquiriendo la mayor autonomía posible teniendo en cuenta su edad, maneje de forma adecuada sus emociones y empieze a usar el lenguaje y las habilidades motoras acorde a su nivel.
Mira esta guía para ver qué actividades puedes hacer con tu hijo con el objetivo de estimularle: guia estimulacion
La sociedad actual con su ritmo vertiginoso, está consiguiendo que muchos padres pasen de la estimulación infantil a la sobreestimulación o hiperestimulación. ¿Qué significa esto? Consiste en dar un estímulo de forma excesiva y continua.
Hoy en día, muchos padres se obsesionan con que sus hijos avanzen “más rápido”, con una idea que prevalece acerca del “probarlo todo”…”¿si no haces esta actividad cómo sabes que te gustará? Apuntarles a edades tempranas a muchas actividades extraescolares, comprarles juguetes sin criterio alguno ( repetidos incluso), recibir más de diez regalos en fechas especiales y acudir a más eventos sociales que los propios padres ( es famosa la frase “mi hijo tiene más vida social que yo”) forman parte de este nuevo problema.
- El niño se muestra cansado a la hora de hacer las actividades.
- Los padres dan de forma continúa estímulos a los niños, ya sea en forma de actividades extraescolares, compra de juguetes…
- El niño pasa excesivo tiempo en actividades programadas y no se respeta su juego libre.
- Pasa viendo la TV o con dispositivos electrónicos la mayor parte del día.
- El niño está en actividades para las que no está preparado psicológica o físicamente.
- El niño está siempre ocupado.
- Tiene dificultad para tolerar el aburrimiento y la soledad.
-Deja que sea él quien marque el ritmo y no tú. Pregúntale que quiere hacer y que le gusta.
-Limita el tiempo semanal que ve la TV y que está conectado con las nuevas tecnologías. Los móviles proporcionan tanta estimulación visual y auditiva que es difícil luego en la vida real superarla.
- Adecúa las actividades que realiza tu hijo a su edad mental ( no sólo a la cronológica). Obsérvale mientras juega con detenimiento y él te dirá para lo que está y no preparado.
- No tienes que estimular a tu hijo de forma continúa. Fomenta el juego libre.
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