Cuando se tiene un hijo no te dan un manual de cómo educarle. No somos perfectos y por eso en este camino tan díficil a veces aparecen conductas que son bienintencionadas pero que a medio plazo pueden generar problemas en los niños. La sobreprotección es una de ellas.
Sonia Alvarez
27 September 2017
A veces por querer dárselo todo, se lo quitamos todo.....
ANNA MASCARÓ
Todos los padres buscamos lo mejor para nuestros hijos. En esa búsqueda de su felicidad a veces pasamos los extremos y les damos un exceso de cuidados y protección.
Es evidente que los niños cuando son pequeños necesitan ser protegidos. Pero no hay que confundir la protección que es algo lógico con la sobreprotección que puede ser dañina.
En nuestra sociedad la natalidad es cada vez más baja y eso ha dado lugar a que al haber menor número de hermanos ( o hijos únicos) nuestra atención a los hijos sea mayor que en otras épocas.
La sobreprotección se caracteriza por excesivas conductas de control hacia los hijos, que incluso interfieren en su espontaneidad, como cuando el niño está cogiendo algo con las manos para jugar y nosotros se lo quitamos.
- Aspiramos que nuestros descendientes sean mejores que lo que fuimos nosotros. Toleramos mal que cometan errores y queremos que sean brillantes.
- Tratamos de remediar el no pasar tiempo suficiente con nuestro hijo y así cuando estamos con él lo hacemos en modo "helicoptero".
- Evitaré las rabietas que tanto molestan si se lo hago yo. Me quitaré la incomodidad por ejemplo dándole el desayuno si llegamos tarde.
- No frustrare a mi hijo ni a mi mismo.
-Inseguridad
-Miedos
-Baja tolerancia a la frustración
-Conductas infantiles
-“Deja hacer” a tu hijo. Proporcionale más autonomía según su edad, maduración, inteligencia,etc.
-Deja que progresivamente vaya aprendiendo a resolver él solo sus conflictos con los demás.
-Ten paciencia. La autonomía de los niños se va adquiriendo poco a poco.
-Preparale para el futuro.
-Ofrécele pequeñas responsabilidades.
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